Fácil, rápido y esperanzador; así se puede describir el proceso de liberación de estos ejemplares. Las tortugas se encuentran en un recipiente, donde comparten espacio en humedad y en constante movimiento. Las personas que tienen el privilegio de participar en este acto, se enfilan tras una línea de salida, donde se encargan de tomar una pequeña tortuga para colocarla en la arena. A partir de este momento, los neonatos corren casi desesperadamente hacia el mar, hasta que una ola los recoge, y los transporta a su hogar ideal.
Los asistentes a estas actividades no solo “ponen una tortuguita en la arena”, pues esta simple acción, es verdaderamente significativa para quienes han tenido la oportunidad de realizarla. Los neonatos de tortuga enternecen todos los corazones, e inspiran esperanza en que, con trabajo conjunto, es posible proteger su especie.
Por ello, el FONAES promocionó un concurso en sus redes sociales, para que internautas tuviesen la oportunidad de integrar el último grupo de liberación de crías de tortugas marinas, en Cangrejera, La Libertad. Solo tuvieron que mencionar un posible nombre para un neonato, y el que tuviese mayor aceptación del público, obtendría el gane. Hubo alta interacción por parte de los seguidores de estas plataformas, pero solo tres fueron galardonados: Violeta Rivas, Nelson Castillo y Paola Campos.