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Fuego vs Suelo: Una batalla feroz para los ecosistemas

Para un país con alta vulnerabilidad ambiental como el nuestro, los incendios forestales son un problema grave con repercusiones en todos los niveles del medio ambiente y la sociedad.

Según el primer Inventario Nacional de Bosque (INB) de El Salvador, el país cuenta con una masa forestal del 37.9%, que se ve amenazada por el incremento de la población, a la fuerte expansión urbana, y a los incendios forestales (El peor enemigo del suelo).

Del 1 de enero al 20 de febrero, el Cuerpo de Bomberos de El Salvador tiene un registro de 3,489 hectáreas afectadas a causa de incendios. Estos siniestros aumentan por las particularidades climáticas de lo que conocemos como “época seca”, que ocurre generalmente entre febrero y abril. A pesar de esto, no podemos obviar que muchos se originan debido a la negligencia humana.

Según estadísticas del Ministerio de Agricultura, el 85% de los incendios forestales son provocados por las malas prácticas agrícolas, cifras alarmantes que obligan a replantear los métodos tradicionales y optar por procedimientos más sustentables.

Tal situación dio paso a que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, a través de la Comisión Nacional de Protección Civil, emitiera alerta roja ante amenazas de incendios forestales, además de declarar emergencia nacional debido a la multiplicación de estos siniestros.

 

Suelo sano, sinónimo de vida

Un incendio forestal, corresponde a un fuego que se propaga sin control a través de vegetación rural o urbana, dañando gravemente a los ecosistemas que son consumidos por las llamas, en especial los que habitan en el suelo.

Estos implican gastos significativos de recursos para el Estado, un riesgo para las comunidades circundantes y una pérdida significativa en la riqueza de los suelos, que son el medio natural para el crecimiento de las plantas. La cobertura vegetal del suelo es fundamental, es garantía de recarga hídrica, es garantía de ecosistemas sanos, de fertilidad, y es garantía de mejores cosechas.

Un suelo sano, es sinónimo de vida.

“Los incendios forestales no siempre se traducen en pérdidas humanas o de infraestructuras, pero sí, en todos los casos, generan daños profundos en el suelo, eliminando su humedad, agotando sus nutrientes, destruyendo la microfauna que vive en su interior, cambiando su composición química volviéndolos infértiles e inhabitables para plantas y animales, consecuencias que, al final, siempre afectan a la humanidad”, explicó el técnico de la Unidad de Formulación del FONAES, Reynaldo Villalta.

En nuestro país las quemas de rastrojos y de malezas son una práctica común en la población, que lastimosamente desconoce los efectos nocivos que estas provocan. Es por ello que el FONAES se involucra activamente en la educación ambiental de comunidades, capacitándolas en métodos alternativos de saneamiento y prácticas ecológicas.

Medidas implementadas por el FONAES para la protección de los suelos

Además, mediante el financiamiento de proyectos ambientales, el FONAES ejecuta acciones para la protección y conservación del suelo, tales como:

– Obras de conservación de suelos: Siembra de barreras vivas, construcción de barreras muertas, y acequias de infiltración que en su conjunto sirven principalmente para contener y mejorar la calidad de la tierra y ayudar a la filtración del agua

– Construcción de brechas corta fuego: Para evitar la propagación de posibles incendios forestales

– Implementación de técnicas y alternativas para la agricultura resilientes al cambio climático como: sistemas agroforestales y sistemas silvo pastoriles

 – Reforestación

– Educación ambiental para agricultores y comunidades

Verificación de obras de reforestación en parque Walter Thilo Deininger por parte del Fondo Ambiental de El Salvador

No más incendios

Los incendios forestales solo provocan destrucción tras su paso. Mientras las condiciones climáticas propicien su propagación, la ciudadanía puede contribuir a los esfuerzos gubernamentales, evitando la generación de estos siniestros con las siguientes medidas:
No arrojar cigarros encendidos en la carretera y mucho menos en un bosque.
No quemar maleza o basura.
No tirar botellas o vidrios dado que pueden iniciar el fuego creando el efecto lupa con los rayos del sol.
No hacer fogatas, por más precauciones que se tengan, una flama puede provocar un fuerte incendio. 
No estacionar automóviles en la orilla de la carretera donde haya hierba seca.
Evitar el material inflamable al acampar. 
No acumular basura en los predios.
Ante cualquier emergencia por incendios forestales, el Cuerpo de Bomberos de El Salvador habilitó la línea 913.

Nuestras acciones pueden prevenir desastres y pérdidas irreparables.

Publicado el 14-03-2022.